SENTIMIENTOS Y EMOCIONES

Hoy volviendo de Madrid de un curso impartido por la empresa actual de papa, viajando en el Ave Madrid-Málaga a las 22´30h de hoy día 20/01/2011, me he puesto a mirar fotos de ti hijo mío. Y como de costumbre como cada vez que te veo, observo o incluso recuerdo, he sentido en mi pecho unos vuelos de mariposas, y como sensiblon que soy se me inundaron los ojos de lágrimas. Pero no te preocupes hijo mío, son lagrimas de alegría, son lagrimas de felicidad, son lagrimas de emoción contenida por tener la enorme suerte de tenerte, de tener un hijo tan maravilloso como tu.

Tu aún eres muy pequeñito y no eres consciente de toda la felicidad que has traído a nuestras vidas, no solo a la mía, sino también a la de mamá, a las de los abuelos Pelayo y Conchita, a los abuelos Alejo y María Luisa, y a tu tita Patricia. Y así podría tirarme un rato generoso haciendo memoria de a toda la gente que le haces feliz desde que estás con nosotros.

Simplemente te escribo estas líneas para agradecerte el que nos hayas elegido como padres, y es un inmenso honor, y como no, placer que seas nuestro hijo. Eres tan especial, eres tan grande, y tu sin saberlo. Pero ya te iras dando cuenta de lo importante que eres, y de la felicidad que irradias. Cada vez más pienso en la teoría del hilo rojo, y cada vez mas me lo creo, el destino nos tenía que unir y compartir este trozo de camino de vida, que espero que sea largo hasta que el orden lógico de la biología me tenga que despedir de esta vida, que es tan bonita. Ya te darás cuenta lo bonita que es la vida. Yo te aconsejo que la vivas y que la disfrutes, que disfrutes cada momento, cada sabor, recuerdo, olor, y como no, cada sentimiento, cada emoción, cada sensación, cada amor, por que es tan fugaz. (Por ahora esto que te digo lo llevas al pie de la letra)

Hijo gracias por llenar nuestra vida de vida, gracias por traer amor a raudales, gracias por traer diversión y descubrimientos constantes, gracias por traer inquietudes y preocupaciones por ti, gracias por darnos la oportunidad de ser tus padres, gracias por hacernos madurar, gracias por tu sonrisa gratuita, gracias por hacernos mejores padres, y así podría estar dándote las gracias un largo tiempo.

Simplemente recordarte que te quiero y que estoy muy orgulloso de ti.

Un beso, y espero que cuando llegue a casa estés profundamente dormido para poder acariciarte esa mejilla que tanto me gusta, y no despertarte de este sueño que es el de todos.

Papá te quiere.

P.d. Que gran palabra, esa de “papá”.

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