LA ESPERA

Desde que el DAI nos dio su consentimiento para que buscáramos a nuestro hij@ en sus maravillosas tierras, han transcurrido ya cuatro meses…cuatro largos meses, con sus días y sus noches de espera.
Para mi la espera es una etapa llena de luces y sombras.
Las luces que alimentan nuestra ilusión y que nos mantienen día a día, ahí esperando…esa pequeña lucecita que estoy segura que mantiene encendida mi niñ@ para decirnos que está ahí, ¡que nos espera! y que no debemos dejar de mirar, para no olvidarle, para esperarle…
La sombras son esas, que a veces no nos dejan percibir esa luz de mi niñ@ en todo su esplendor, esas que nos vendan los ojos y nos ciegan el camino, esas que nos obligan a seguir andando intuyendo más que viendo. Esas sombras que permiten que te pierdas, que te desorientes, mientras observas atónita como otros papas que iban detrás de ti por ese mismo camino a Vinh Long, te adelantan y encuentran ya a sus deseados hijos. Mientras tú, sigues en las sombras intuyendo vislumbrar a lo lejos la pequeña lucecita de tu hij@ transmitiéndote que aún te queda por caminar, que aún nos queda por caminar y preguntándonos ¿Cuánto nos queda por recorrer para llegar a ti? ¿Cuánto?...



Un cuento para la espera "ERES CAPAZ DE ESPERAR EL BUEN TIEMPO "
Había un granjero con cuatro hijos.El buen hombre quería enseñarles que en la vida no se debían conformar con la primera percepción que tubieran de las cosas, que antes de juzgar había que recopilar toda la información posible,y reflexionar.Asi que les pregunto, por turnos,qué debía hacer con un peral de su huerto.Para que todos observaran el árbol, a un hijo le envio en invierno,a otro en primavera, a otro en primavera, a otro en pleno verano y al último, en otoño.Cuando todos ellos habían regresado, los llamó y, reuniéndoles,les pidió su opinión.El primero hijo pidío que derribaran:el arbol era horrible,estaba doblado y completamente retorcido.El segundo dijo que debían esperar:el peral estaba cubierto con frescos brotes verdes y llenos de promesas.El tercer hijo no estubo de acuerdo;aseguró que era un magnífico ejemplar cargado de flores,con un aroma dulcísimo y un aspecto fantástico.Era el peral más magnífico que jamás había visto.El último de los hijos aseguró que aquel frutal necesitaba cuidados urgentes:se marchitaba de tanto fruto que llevaba. Entonces, el hombre afirmó a sus hijos que, aunque habían llegado a diferentes conclusiones, todos tenían razón, porque sólo habían visto una de las estaciones de la vida del arbol.Les explicó que no deben juzgar las cosas o a las personas si conocían sólo un momento de su vida."La esencia de lo que somos -les especificó-, el placer, los frutos que salen de nuestro trabajo y el amor que hemos recopilado sólo puede medirse al final de nuestras vidas, cuando hemos recorrido todas las estaciones y hemos recogido todo lo que senbramos".Los hijo comprendieron la lección, y el granjero aprovechó para hacerles ver que, si perseveraban através de las dificultades y superaban las malas rachas siempre vendría una primavera cargada de esperanza y un otoño en el que se podrían recoger los frutos de lo que uno a senbrado.SOLO HAY QUE SABER ESPERAR...CON ILUSION


2 comentarios:

Anónimo dijo...

El esperado encuentro se hará realidad, "tened fé", en su preciso momento, ni antes ni después. Quizás alguien os está probando vuestra resistencia y capacidad...
Como en las Estaciones del cuento: que su "segura llegada", se repiten sucesivamente en el tiempo. Todas y cada una de ellas, cuando lo hacen, traeran consigo su propio encanto, que llenará vuestras vidas, os lo prometo.

Berna. FCO. RGUEZ. dijo...

El jueves (13) "rechacé" tu llamada porqué estaba en clase y se me había olvidado desconectarlo.
Los siguientes 45 minutos los pasé con un pellizco pensando que habías llamado para decirme "¡Hasta luego!" en vietnamita.
Después mi esposa me dijo que no habías llamado para eso y me sentó como una patada en el culo.
¡Qué larga está siendo esta espera!
Un abrazo fuerte.

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