Inicio de la búsqueda. Haciendo un poco de historia.
Corría el mes de agosto del año 2001, cuando decidimos empezar “a jugar” para buscar a nuestro bebe, ¿quién nos iba a decir, por aquel entonces que esta “decisión” nos conduciría por un camino, largo, tortuoso y que condicionaría por completo nuestra vida…?
Al principio pensábamos que como era cuestión de “juguetear” sería fácil dar con nuestro bebe, sin embargo, poco a poco comprobábamos que el juego se complicaba y que este se convertía en el juego del escondite. Llegamos a pensar que el “muy pillín” se había escondido a conciencia, y que por eso no conseguíamos encontrarlo.
Después de un año de “búsqueda” sin éxito, y muy a nuestro pesar, decidimos buscar ayuda en los grandes “magos” (los médicos), confiábamos en que ellos nos revelarían el escondite “secreto” de nuestro bebé, pensábamos que a través de su magia (reproducción asistida) conseguiríamos por fin llegar a nuestro bebe ¡que ilusos!...
Abatidos por tanta búsqueda, cansados de “magos y de magia”, desilusionados, frustrados y con el corazón lleno de lagrimas, por no hallar a nuestro ansiado bebe, tomamos la decisión más importante de nuestra vida…
Dejar de buscar a nuestro bebe dentro de nosotros mismos, e ir a buscarlo en “escondites” más lejanos…, quizás la clave de nuestro fracaso radicaba en empeñarnos en buscar en rincones equivocados, lugares donde todos los papas buscan y encuentran a sus bebes, pero quizás nosotros no encontrábamos el nuestro allí, simplemente por que él no estaba allí, quizás nuestro bebe era “especial” y este había elegido un rincón maravilloso para esconderse y hacernos así anhelarlo hasta la locura, convirtiéndonos en los que hoy somos, unos futuros papas convencidos del valor y significado de la palabra PAPAS.
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